Un regalo con sazón llanera

Después de haber pernotado bajo el techo de un kiosco a lado del puesto de la policía nacional, saque dos arepas de trigo (que me había dado mi mamá) para desayunar con mayonesa anhelando una taza de café, inicie antes de las 8:00 am y el clima estuvo bueno hasta las nueve para pedalear.

Recorrí una cantidad considerable de kilómetros antes de hacer la primera parada para descansar, cuando iba entre el sector  Las Palmas y el poblado de Capitanejo vi a un señor (José Méndez) tejiendo una tarraya en una casa a unos 30 metros de la orilla de la carretera nacional, dudoso de detenerme me acerque a la casa y le pedí el favor que me regalara agua fría. Él asombrado con las cosas que llevaba en la bicicleta me preguntó hacia dónde iba, conversé unos minutos y al poco tiempo llegó la esposa (Carmen Moreno) con unos nietos y una nuera que estaban en la misa dominical, se unieron a la conversa.

José Méndez y Carmen Moreno

Ya cuando me despedía la señora Carmen me pregunta que como hacía para la comida, a lo que le respondí que en un fogón (fogata) o en una cocina de camping que llevaba en mi equipaje, en ese momento me dijo que me esperara un momento para darme comida… un almuerzo muy deliciosa con sazón llanera. Ahora ya estaba listo para despedirme, aún me faltaban unos 20 km todavía para completar el plan de ruta de ese día.

Ya siendo las 2:30 de la tarde aproximadamente me detuve en un sitio a orilla de carretera para pedirle a un señor que vendía jugo de naranja un poco de hielo porque el agua que cargaba estaba muy caliente por el sol, de igual forma me pregunta cuál era mi destino y como otros se asombran al saber la respuesta. Seguí mi camino después de descansar, faltando quizás unos 5 km o menos para llegar a la entrada de Santa Barbara de Barinas (Venezuela) se me acerca una camioneta dónde el copiloto me pregunta hacia dónde iba, respondí con entusiasmo: hacia Perú. Seguidamente me dicen “vamos, nosotros vamos para allá también”.

Daniel (chofer de la camioneta, y ciclista), recogió a Yonathan y Jesús (hermanos) en una alcabala en las afuera de la ciudad de Barinas cuando transitaba por la carretera troncal 005 quien llevaba como destino la ciudad de San Cristobal, dónde tenían pensado llegar los hermanos ese día. A la ciudad llegamos a las 5 de la tarde, allí les daría hospedaje Lisbeth Leal quien vivía a unos pocos kilómetros del terminal terrestre donde nos dejó Daniel.

Lisbeth se ofreció a recibir a Jesús y Yonathan a través de un grupo de Facebook que había creado, por medio de la red social consiguieron mucho apoyo en las otras ciudades de Venezuela. Yo en una oportunidad a principio de enero del 2018 había tenido contacto con ellos por Facebook pero su fecha de salida no coincidía con mi fecha de salida, al final salí un tiempo después tratando de organizar unos documentos porque no sabría cuando volvería a Barinas.

Lisbeth al recibirnos en su casa

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